El lider de musica obeso no deja tocar al guitarrista que fuma

Leí esa frase hace un par de días y me pareció interesante. Se que hablar del tema podría provocar que yo escribiera demasiado o que la gente que lea esto opine sobe este tema.

La verdad es que es increíble la cantidad de cosas que nosotros los mal llamados religiosamente "evangélicos" hemos creado. Al parecer muchas de nuestras enseñanzas y doctrinas ya se basan mas en rituales y cosas que no tienen validez bíblica. Somos expertos en llamar pecadores a las personas que comenten errores "brutales" tales como robar, matar, adulterar y todos los "ar" que cuando se mencionan en el culto hacen que nos baje la espiritualidad y ponemos en ceño fruncido como diciendo "Amen, líbranos Señor". Es verdad! La religión nos invadió, y es una pena. Juzgamos, corregimos, disciplinamos a las personas por sus actos, pero no hemos hecho un autoanálisis de como esta la iglesia actual, en la cual la codicia, la ambición de poder, las mentiras, los engaños y muchas otras atrocidades son validadas por supuestos mensajes divinos que solo obligan a que todos obedezcan NO a Dios, si no al ungido. ¿Que extraño no? como si Dios necesitara mediadores.

Amigos! hemos dejado de ser la comunidad que el Señor quiso, y la hemos transformado en una institución casi empresarial.

No quiero ofender a nadie, es solo una opinión sobre la iglesia en general, tengo conciencia que hay muchos pastores que si aman a las ovejas y personas que si aman a los demás y viven en amor los unos con los otros. Solo espero que algun dia la sociedad vuelva a decir de nosotros, como se dijo en el libro de los Hechos: MIRAD COMO SE AMAN!!!

Pequeño relato

Dos de los más famosos predicadores cristianos fueron contemporáneos durante el siglo XIX. D.L. Moody fue un evangelista y pastor estadounidense, y C.H. Spurgeon revolucionó la vida espiritual de Inglaterra mediante su poderosa predicación del evangelio. D.L. Moody fue una vez a Londres para encontrarse con Spurgeon, a quien admiraba y a quien consideraba su modelo y mentor como predicador. Sin embargo, cuando Spurgeon abrió la puerta para recibir a Moody, éste se quedó paralizado de asombro al ver a Spurgeon con un puro en la boca. “¿Cómo puede usted, un hombre de Dios que debe dar el ejemplo, fumar?, exclamó Moody. Spurgeon se quitó el cigarro de la boca, bajó las escaleras y se acercó al sorprendido Moody, y poniendo su mano en el abultado vientre de Moody, le dijo: “De la misma manera que usted, un hombre de Dios, puede estar tan gordo.”